CURRÍCULUM
Para mi madre, además de un
fracasado, soy como el “ungüento amarillo”: que vale para todo pero no cura
nada. Para mi padre soy el hijo desaparecido; para el resto de la familia un
loco aventurero. Para mi ex mujer un inútil; para mi ex novia una mala
inversión, porque mis acciones nunca suben y me pregunta: ¿Cuándo vas a ser
famoso? Para mi hijo soy una voz detrás del teléfono, un padre lejano, un
forzado ausente, un Rey Mago, el tesoro que le robaron, el sueño más esperado.
Yo, mientras tanto, sólo espero ser algo más de lo que soy y ser, por fin, un
deseo cumplido.
SOBRE LITERATURA
1
Estoy infectado de literatura. ¡Qué voy
a hacer ahora con esta enfermedad! ¡Quizá te pase a ti lo mismo! ¡Qué podemos
hacer más que escribir! Pienso que la cosa está difícil porque ya casi nadie
cree en los escritores, somos una especie en extinción. No soy la conciencia de
nadie y sólo busco salvar una palabra que nada importa a los que debería
importar. No tengo vergüenza, ya lo sé; prefiero decirlo antes que callar
porque estoy moribundo de esta enfermedad. No sé cuántos años de vida me resten;
tal vez sea inmortal; eso espero, aunque me tachen de engreído. ¿Qué piensas tú
al respecto? ¿Darás tu vida por la literatura?
2
Leer a un escritor es, en cierta
medida, meterte dentro de su cabeza. Ahora yo les abro la puerta de la mía para
que entren, pero, por favor, tengan la delicadeza de no tocarme las neuronas
además de prestar la debida atención con las uniones nerviosas. Espero que esta
cabeza no la encuentren muy desarreglada, ya que ayer, sabiendo de esta
invitación que les hago, traté de ordenarla lo mejor posible. A la derecha,
según se entra, están mis ideas más recientes, todas en suspensión esperando
tomar una forma más concreta; a la izquierda se pueden observar todos mis
deseos, que se confunden con la influencia de los instintos, un poco más
alejados de la razón; al fondo encontrarán el almacén de mis recuerdos, todos
clasificados en orden temporal: los buenos a un lado y los malos al otro
cerrados bajo llave. Pueden mirar pero no leer, todo es secreto, ya les daré
por medio de mi palabra lo único que me interese conceder.
3
¿Dónde está tu lugar en este mundo?
¿Tomaste las decisiones acertadas? ¿Tu vida hubiera sido otra mejor de haber
hecho lo contrario? Qué somos, sólo el resultado de una decisión, alas de
colibrí que cambian el destino. Yo tomé la decisión de escribir lo que escribo
y ser lo que soy, por mucho que a veces me duela en mis penurias; pero prefiero
no ser aquél que trabajaba nada más por dinero dejando su sueño de lado. Tengo
el dominio de la palabra para expresar mis ideas y transmitirlas como una
extensión de mi ser, en el tiempo y en el espacio, a cambio de esta
incertidumbre. Espero algún día tener al espíritu y la materia unidos, para
llegar a ser plenamente lo que un día decidí, y así la decisión sea acertada y
me dé el lugar que busco.
4
Ser escritor es un acto de
exhibicionismo porque desnudas tus pensamientos ante los demás. ¿Con qué
finalidad? No lo sé. Tal vez quiera compartir mis experiencias para no estar
solo, cuando solo se está al escribir; quizá busque mi propia comprensión a
través de las palabras; quizá ansíe ser inmortal… Para ello paso el tiempo
inmerso en pensamientos, luchando con el idioma para dar forma a las ideas,
para crear imágenes dentro de tu cabeza, porque tú eres el último destinatario
y sin ti, lector, no existo. Tú también eres importante, tanto como yo, pues
das sentido a lo que hago. Las palabras al salir de mi cabeza entran en la
tuya, transmisión de pensamiento, telepatía literaria.
5
Éste es un relato en segunda persona,
entre tú que lees y yo que escribo. A nadie le importa lo que aquí se diga,
nada más a ti y a mí. Llevaba tiempo esperando para decirte esto, para
reunirnos en la cita casual de una búsqueda mutua. Yo busco un lector y tú algo
interesante que leer (siempre y cuando te lo parezcan estas líneas), un interés
compartido para un momento. Ahora, con el propósito de no defraudar tus
expectativas, te daré algo más, una información secreta, casi mágica, el inicio
del relato que tú mismo deberás escribir: “En todo este transcurso de tiempo…”
(no, eso suena muy normal, seguro ya lo dijo alguien). “Érase una vez…” (no,
no, creo que ese inicio tampoco nos vale). “En un lugar, de cuyo nombre no
quiero acordarme…” (no, ése mucho menos). Bueno, a ver con éste: “Donde el día
se junta con la noche quedamos en vernos (este comienzo me gusta más), pero tú
te fuiste al ocaso y yo al amanecer, y así no nos encontramos estando cada cual
en un extremo, distantes pero a la vez en un mismo lugar: donde el día y la noche
se juntan. Para mí llegó el día y para ti la noche, sin haber tenido esa
oportunidad de encontrarnos para consumar el acto de la mirada compartida… (y
ahora, a partir de aquí, es cuando te toca continuar con esta historia para
darle el final que tú desees; tú decides, ya te convertiste, por fin, en el
dueño de este pensamiento compartido).
6
¿Qué hay detrás de esto? ¿Acaso lo
tenemos dentro? La vida empieza cuando todo acaba, justo lo contrario de lo que
se cree. Ahora estamos en el aprendizaje para saber existir después de la
muerte, aunque muchos seguramente jamás lograrán dicho estado. Todo es una
ficción para la realidad cuando lo real es simulado: imágenes, ideas y
pensamientos que para nosotros se acaban con la muerte, menos para mí, que por
dejarlos aquí escritos viviré hasta la extinción de nuestra especie.
Todo se acaba con el último lector.
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